Quiero detenerme, amor, en el retrato
de nuestros cuerpos en penumbras,
a pinceladas de pasión, sentirme Dalí o Picasso,
y crearte , recrearte a mi antojo en la memoria.
Evocarte, en un momento intenso, frondoso
cual bosque de alerces patagónicos.

Colores

El rubí del vino, en una noche primaveral,
el castaño café en los recuerdos de un viaje...
De frases grises y azules se armó la madrugada, y asomó la tristeza
y la esperanza fue con ella.
Entre recuerdos filosos de junio como cuchillos al alma,
domingos de sol brillante, como una irónica burla,
frias noches marinas de julio, y huidas del mes de agosto.
Asomó una primavera incipiente, de furiosos colores, irreal máscara del dolor.
Septiembre transcurrió con novedosos y felices ecos y octubre trajo la realidad a cuestas.
Los sueños cayeron a tierra, y el silencio se adueñó de las sonrisas.
Entendí, acepté, y dije adiós al cómodo refugio adolescente e ignorante del tiempo.

Laura, 3-10-09

El umbral

Y seguía esperándote en el umbral y no llegabas nunca, y el cuerpo y el cansancio pesaban.
Elegir esperarte, elegir quererte, dolor de un imposible, vano sueño adolescente.
¿Donde encuentro tu mirada en el camino? En ningún lado, pues no cruza con el mío.
Y hay muchos brazos y cuerpos pero ninguno como el tuyo en mis sueños, y ninguna playa es la misma sin tus pies en la arena, y ninguna la caricia sino es con tu tacto.
Un deseo más, un minuto más perdido en este desasosiego absurdo, pero te sigo eligiendo, te sigo esperando y siento como mi vida se reduce a sentarme en un umbral a soñarte.
Podré subir, caminar y correr por las calles, inútilmente, porque solo deseo hacer ese recorrido conocido, que tu voz me acompañe y tus ojos me sigan cuando me voy.
No ser siempre yo la que te espera....

(Y así se suceden las noches de este verano mágico, interminable e inconcluso, como tantos sentimientos en mi vida, como tantas respuestas)

Laura, Buenos Aires, 10/03/09

Oceánica

"Buscando el rumbo azul del mar

igual que yo la libertad"

(El río va, Abel Pintos)

Susurros y risas entre los cultivos de manzanas, todo el valle fértil del Río Negro buscaba rastros de tu cabellera.
Te habías fugado al mar, como hacías habitualmente, tu alma de arena y pies salinos siempre te invitaban a correr a su orilla.
Tomé un colectivo, o una bicicleta, o un par de pies con alas, no recuerdo, pero salí a buscarte. Y allí estabas, sonriendo y bailando con la brisa.
Los loros barranqueros te hacían eco y planeaban al son de tus carcajadas de puro gozo y felicidad.
Asombrada me detuve a observarte en tu juego de libertad, eras una con las olas y el sol, cual sirena volviendo al hogar.

Laura, rumbo a Tandil, abril 2009

De esa tarde de lluvia

"Un ensueño, un camino

y tus ojos que no encuentro,

y tu piel que no circunda mis sueños"

"Presa del silencio cómplice

de la sentencia, la de no ser, nunca,

lo que yo deseo contigo"

(Laura, Primavera, 2008)

Como las campanillas en el aire del amanecer
y la brisa entre los pliegues del alma
un tintineo eléctrico, un flash imaginario
una sensación de plenitud indescifrable
un momento eternizado en el universo
la seguridad del vientre materno
la total indiferencia del mundo que nos rodea…
…cuando en nuestra piel da inicio el mágico juego de las caricias…
Te siento tan cerca, flotando tu aroma en cada centímetro de mi piel
como suavemente te deslizas y me recorres
No existe momento mas intenso y perfecto que el nuestro…
la verdad es que te quiero como nunca mas quise,
como explicarte que tan lejos queda el mundo sin tu mirada.
que tristes son los dias sin tu sonrisa
Tan silenciosos quedan los jardines sin aves, todas vuelan tras el eco mágico de tu voz.
otra tarde lejos, de aquellos paraísos de ensueños

Laura, Bs As, 27/04/2004

Instante de azul

Vuelvo al Sur, como se vuelve siempre al amor,
vuelvo a vos, con mi deseo, con mi temor.
Siento al sur
como tu cuerpo en la intimidad.
(Del tango "Vuelvo Al Sur")

"¿Que mayor felicidad que seguir
tus huellas en la arena?
todos indicios al sur de tu cuerpo,
cual faro en la desnudez patagónica"

(Laura, Primavera, 2008)

Perdida en tormentas de gris y cemento,
escapé al horizonte lejano del sur,
entre cordillera-mar desnudé los fracasos
y los eché a volar.

Y sólo hubo un cielo, una luz, un momento,
en el que vislumbré un comienzo...
Y quizás por encontrar un destino
acallé mis temores y corrí tras tus pasos...

¿Que sutil misterio encerrará la playa,
cuando te deslices casi sin huella?
¿Qué secretos tuyos guardarán las olas?
¿Con que intensidad azul te soñará el océano?

Solo anhelo que sea la misma,
con la que yo te espero.

Laura, Buenos Aires, 20/02/2009