A veces me ahogan las oleadas apasionadas del viento de verano, allí es donde respiro.
Pierdo huellas entre los movimientos sutiles de la arena virgen, entre el oleaje,
bajo ese cielo que se desliza juguetón y es las veces blanco, canela, gris.Antojada en sus colores planeo aire como las gaviotas del ocaso o me siento tal vez como el agua sobre la arena escurriéndome en la dicha de estar despierta allí ...
en este paraíso que es tu ser.
Laura, Ocaso en Bs As, Junio 2006

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