Ya no vuelo, pero sí subo a tu vagón
Y es así, tu coche me lleva a la felicidad y me duermo entre asientos tapizados de canela.
Despertaré a una vida que no esperaba en los sueños, pero que ilumina y me lleva hacia donde se contruyen las buenas acciones.
Ya no puedo pensarme sin ti ni reconozco el reposo sin tu abrazo.
Qué es lo cotidiano sin tus ojos?
Ayúdame a llenarte de amaneceres, quiero ser tu esperanza, por favor sé mi camino
Ser presa del error y de la duda cuando haga falta
Encontrar contigo el reposo del dolor y la maravilla de la sencillez
-simplemente la imagen de tu ropa en mis cajones-
Pasar contigo el mundo diario como si fuera algo mágico
Amándote
Laura, Buenos Aires, Marzo 2006

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