jueves, 6 de marzo de 2008

Postes y alambradas

Como correr quisiera de tus cercos de púas
De tu asfixiante hedor carcelario, y los silencios.
Manos y manos sobre mi garganta.
Dolor que se hace eco en las paredes, en ojos absortos y callados.
Exigiendo respuestas que no tengo...
... y más dolor.
Que mas libertad que la muerte
que mejor piedad que una tumba.

Ríes, Ríes, Ríes, desgraciado...

Jugueteando con Dios como una marioneta,
dando clases de moralidad a luz y brutalidad en penumbras.
Ultrajas hasta el hartazgo mi humanidad.

Pero sabés?
Hasta mi muerte es más digna que tu existencia.


Laura, Buenos Aires, Marzo 2007.

1 comentario:

Bibliotecaria Susú Vidal dijo...

Muy hermoso,agustia y esperanza de escape.