Me fui por partes, repartiendo.
Partí hacia otras partes, no siempre dando parte ni razones.
No me guardé una parte para, aparte, armar mis partes de la historia.
De parte a parte, quedé partida por dentro y repartida inutilmente.
Fue a partir de esa partida hacia la muerte, y de mi ruptura que dejé de repartir valiosas esencias.
Fue cuando te conocí, que dejé de partir, para por fin, llegar...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

1 comentario:
Podría responder usando la palabra parte y su familia de palabras, pero no tengo esa capacidad.
Sí puedo decir que me emociona leer cómo tus partes partieron, algunas partes se quedaron en el pasado como debía ser; otras siguen con vos porque ya no hace falta partir.
Publicar un comentario