Mujer en fragmentos incontables,
pierdo la razón y la emoción en frenética búsqueda.
Un año perdido tras fantasías,
noches de sueños, deseo y palabras.
Insomnio desesperado que interroga:
¿Él sabrá lo que sufro? ¿Adivinará mis miradas?
¿Sabrá lo que provoca su permanente sonrisa y complicidad?
Desgarra el placer imposible, su cuerpo inalcanzable.
Recorrer quisiera sus labios húmedos, perderme en la suavidad de su cuello, hundirme en el perfume de su pelo revuelto.
Ahogarnos de besos hasta pedir piedad, acariciarnos hasta fundir la piel, elevarnos y volver a caer...
Una, otra, mil veces hasta desfallecer...